Cómo sobrevivir a un embotellamiento

Aunque sea obvio, hay que comenzar diciendo que la mejor forma de sobrevivir a un embotellamiento es no meterse en él. Informarse sobre el estado actual del tráfico, evitar horas pico, lugares conflictivos y todo eso que ya sabemos. Pero si fuera tan fácil, no existirían esas congestiones. Tarde o temprano, todos terminamos atascados en un mar de automóviles viajando a paso del hombre. 

La verdad es que poco se puede decir en estos casos. El principal consejo es armarse de paciencia, mantener la calma, tener en cuenta que los ocupantes de los otros autos tampoco tienen la culpa y que están igual de frustrados que uno mismo, y practicar sin fin el juego de embrague, primera, embrague, primera...

 Es importante destacar y nunca olvidarse uno de esos puntos: ninguno de los conductores allí presentes quiere estar atrapado en el embotellamiento. Ni siquiera querrían estar en su auto, ya que donde uno realmente quiere estar cuando sube a su vehículo es en el destino. Esto es clave para sobrepasar este padecimiento vehicular. Ninguno quiero estar ahí y ninguno es culpable de lo sucedido, por ende no hay razón para entrar en discusión o en una pelea con algún vecino del asfalto. Sin estas acciones el estrés de la situación disminuirá y el padecimiento será menor.

De igual manera que hay que comprender que ninguno está disfrutando de la situación, hay que entender que todos quieren salir lo más rápido posible. Ninguno lucha para que el embotellamiento siga su curso más pesado, sino todo lo contrario. Entendiendo esto, se puede restablecer el respeto entre los conductores y evitar acciones egoístas que solo perjudican el escenario, como cruzarse de carril. A veces la falta ilusión de creer que el carril de al lado se mueve un milímetro por hora más rápido que el propio, nos hace cometer locuras que sólo retrasan la solución del problema y generan un mal ambiente entre las víctimas del embotellamiento. Al buscar y querer entrar por huecos inexistentes se crea una tención entre los conductores de la que nada resulta positivo, ni para el conductor que quiere conseguir un nuevo lugar en el carril “rápido”.

Para mantener la seguridad y la estabilidad, hay que tener el cuidado de frenar lo más suave  posible, para evitar que el coche de atrás quede pegado a su baúl, intentar hacer arracadas sin aspavientos para no gastar demasiado combustible, pero sin dejar demasiado espacio para no alimentar las tentaciones de los “buscadores de huecos”.

Otra cosa básica a tener en cuenta es que, pese a la velocidad que uno vaya, lo que aún está haciendo es conducir su auto. Por lo tanto, se debe seguir cumpliendo con los estándares habituales de conducción, para evitar demoras y hasta choques que empeorarían aún más la situación.

Una vez tenidas en cuenta estas cuestiones técnicas y de respeto con los otros conductores y con nuestro propio vehículo. Te recomendamos sacar la radio que sólo te recordará lo mal que está la situación en la que estás metido y poner la música que más te gusta. Aquellas canciones que te transportan al mundo donde sí querés estar. A ese lugar, al que con paciencia, calma y respeto llegarás sano, tranquilo y seguro.

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