¿Cómo manejar tu moto en un día lluvioso?

Aunque llueva torrencialmente, ninguno de los que amamos las motos queremos abandonarlas. Pero igualmente, como el agua condiciona tanto el equipamiento como la forma de conducción, para poderla utilizar, es recomendable tomar algunos consejos.

 Lo primero es ir bien equipado. Cuando hay lluvia, hay que protegerse aún más para no correr el riesgo de tener un accidente. Por lo tanto, hay que tener bien presente qué ropa vamos a utilizar. A veces, no sólo basta con una campera y un pantalón, aunque sean impermeables, es mejor estar cubierto con un piloto de lluvia o algo similar. Si la lluvia no es muy agresiva y el trayecto es corto, seguramente con una gabardina impermeable o una campera normal con forro impermeable basta, pero no de cuero. El cuero no es recomendable ya que se deteriora bastante con la lluvia y se termina mojando el interior. Éste tarda mucho en secar y su peso en la lluvia es molesto para poder hacer largos trayectos.

Es aconsejable que las mangas de las camperas queden por dentro de de los guantes, ya que así evitamos el frío y el agua. De la misma manera, es recomendable que el pantalón esté por fuera de las botas, para que el agua escurra fuera y no entre a los pies.

Sin lugar a dudas, los guantes también deben ser impermeables, ya que es casi imposible manejar una moto con las manos mojadas.

Con respecto al casco, el problema más habitual en los días de lluvia es que se empaña la pantalla. Existen muchos trucos caseros que los motoqueros saben para evitarlo, además de abrir un poco la visera para que entre el aire fresco. Pero también, existen dispositivos como el pinlock, que es una especie de doble visera que se adapta al interior de la pantalla.

Una vez estando bien equipados, es hora de conducir. Para ello, es importante recordar que uno de los momentos más peligrosos es cuando empieza a llover, debido a que las primeras gotas se mezclan con la suciedad creando una especie de barro mucho más resbaladizo, que es el escenario ideal para el aquaplaning (cuando un vehículo atraviesa una superficie cubierta de agua, llevándolo a una pérdida de tracción y control). Más tarde, el asfalto suele limpiarse según cae más agua, aunque debemos seguir manteniendo la misma precaución.

El contacto de nuestra moto con la superficie sólo se da en los neumáticos, por lo que es estrictamente esencial que éstos estén en el estado correcto y con el dibujo adecuado.

También hay que tener precaución con las marcas de la calzada. La pintura que se utiliza en el asfalto se suele convertir en una zona muy resbaladiza cuando llueve, por lo que lo mejor es no pasar por ellas. Si es inevitable pisarlas, hay que intentar hacerlo con la moto lo más vertical posible y sin ser agresivos ni con el acelerador ni con el freno. Lo mismo con los baches y las tapas de alcantarilla.

Otra recomendación importante es aumantar la distancia de seguridad ya que en condiciones de agua, la distancia de frenado es mucho mayor. Además que las condiciones de visibilidad se ven muy disminuidas, por lo que debemos estar más atentos si cabe a las maniobras del resto de vehículos.

También es clave tener cuidado con el reparto de frenado entre las rueda delantera y la trasera. Contrario a cuando es asfalto seco, es preferible accionar un poco antes de freno trasero para después sumar la frenada con el delantero. Así evitaremos cargar la rueda delantera en el primer momento, con el consiguiente riesgo que se bloquee debido a la baja adherencia en la lluvia. Además, el accionamiento de ambos frenos debe ser mucho más suave. La misma suavidad hay que tener al acelerar, ya que la rueda trasera podría derrapar si le damos demasiado gas.

Sin mucho más que mencionar, es ideal que sigas estos consejos si no quieres dejar atrás tu moto en los días de lluvia. La mejor forma de asegurar tu moto es con tu propia responsabilidad y conciencia.