Cuidado, jóvenes al volante

La principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 19 años son los siniestros de tránsito. Así lo sostiene la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que desde años trabaja en el tema promoviendo programas de prevención en todo el mundo. Hablando de cifras, en el mundo los siniestros vehiculares matan a 1,2 millones de personas cada año y 400 mil son jóvenes menores de 25 años. Este dato no nos es ajeno en nuestro país, ya que según las estadísticas de CESVI Argentina, el grupo etario de entre 19 y 30 años, participa en más del 38,9 % de las lesiones graves, siendo el de mayor protagonismo en los choques.

Una de las razones del incremento de jóvenes en estas cifras es el fácil acceso que hoy tienen a un cero kilómetro, acceso que antiguamente llevaba sus años al no existir tantos planes de financiación efectivos. A su vez, conducir un vehículo se ha convertido en una herramienta indispensable para muchas de las actividades que se realizan diariamente a raíz de la carencia en los medios de transporte público, la distancia y disparidad que existe entre las múltiples actividades.

Cuando se analizan este tipo de siniestros se registran elementos básicos propios de la falta de experiencia, pero también aspectos comunes a conductores experimentados. Pero el mayor problema, como denominador común en este tipo de conductores, se encuentra en las recurrentes conductas de riesgo innecesarias o de irrespeto a las normas, marcadas por el exceso de confianza o la necesidad de experimentar límites o aspectos vinculados al comportamiento social. Como por ejemplo el consumo de alcohol o drogas, que si bien son altamente peligrosas para todas las personas, en un conductor novato juegan un protagonismo especial y suelen ser la raíz de muchos siniestros.

En nuestro país, esta problemática viene acompañada de la falta de acciones y estrategias que garanticen un buen nivel en la conducción de los conductores principiantes. Basta con ver la forma en que aún se otorgan licencias o los entrenamientos con que son preparados los nuevos conductores para darse cuenta de la gravedad del problema.  

Más allá del examen de conducción, en muchos países se ha tomado bastante recaudo de esta situación y han implementado un periodo de iniciación (que puede ir de los tres meses a los dos años) en los que los principiantes del manejo sólo pueden hacer uso del vehículo en condiciones de bajo riesgo. Luego de este tiempo se analiza su accionar y se decide si puede comenzar a conducir en condiciones tradicionales o debe continuar bajo esta modalidad.

Es seguramente imposible que este tipo de medidas se tomen en nuestra sociedad, es por eso que la mejor forma de mantener a los jóvenes fuera de este tipo de siniestros es dando el ejemplo. Enseñándoles la verdadera responsabilidad que tienen en sus manos a la hora del manejo, estar presente en la evolución de su destreza al volante y siempre, siempre, tener tu automóvil asegurado ante cualquier inconveniente que pueda llegar a ocurrir.

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